Una hermosa perrita quedó ciega de ambos ojos cuando apenas era una cachorrita, y cada vez que llega el frío invierno, se emociona mucho al sentir la nieve.
Cada día aprendemos mucho de los animales, y más de lo que
tienen alguna necesidad especial, ya que nos demuestran que a pesar de las
dificultades debemos seguir disfrutando de la vida. Esta perrita que vive en
Toronto, Canadá, es un gran ejemplo de ello.
Su nombre es Mackenzie y es una perrita de raza Husky
siberiano, ella llego a casa cuando apenas tenía 10 semanas de edad. Al
principio su dueña Mandy Leung se dio cuenta que iba a ser diferente a los
demás perros, ya que estaba totalmente ciega de su ojo derecho. Esta afectación
se dio debido a un glaucoma ocular que le dañó su nervio óptico.
Cuando Mackenzie cumplió 4 meses, despertó sin poder ver por
su ojo izquierdo, quedando ciega de ambos ojos. Esto ocurrió solo un mes
después de saber que tenía esta complicación.
Sin importar de este inconveniente, Mackenzie es un perrita
muy feliz y alegre. A pesar de la ceguera ella no permite que esto sea un
obstáculo para disfrutar su vida al máximo.
Como quedo ciega a una edad muy temprana, le permitió
adaptarse perfectamente al entorno, y su vida es como cualquier otro perro.
Mandy Leung escribió en Instagram:
“Se desplaza perfectamente por lugares nuevos y puede jugar
a buscar como un perro normal”.
Además su dueña menciona que en muchas ocasiones se puede
olvidar que es ciega, ya que la mira directamente a los ojos cuando le pide
algo o le habla. La perrita tiene las mismas actividades que cualquier perro,
le encanta jugar en el parque con otros canes, dormirse con su mamá y dar
caminatas largas.
Mandy dijo a The Dodo:
“Mackenzie es muy callada en casa, pero es muy tonta y
traviesa afuera. Ella es la cachorra más amigable y nunca ha conocido a alguien
que no le agrade”.
Lo cierto es que Mackenzie tiene su actividad preferida,
aunque puede ser muy especial y peculiar, es su pasatiempo favorito. Parece ser
que Mackenzie espera todo el año a que llegue el invierno, y cuando empieza a
caer la nieve salta de emoción.
Es cierto que Mackenzie no puede ver, pero de pronto que siente
la nieve en su cara, en sus bigotes y en todo su cuerpo su reacción es realmente
tierna.
“La nieve es una de sus cosas favoritas y no quiere entrarse
si hay nieve” comentó Mandy.
La raza de perros Husky Siberiano tienen doble capa de pelo es
por eso que su abundante pelaje los protege del frío. Mackenzie pasa horas jugando
en la nieve sin problemas.
Cuando quedo ciega a muy temprana edad, esta perrita Husky a
logrado mejorar su sentido del tacto, oído y olfato. Aunque ella quisiera que la
nieve durara para siempre, pero por el momento solo le queda disfrutar el invierno.
La hermosa reacción de la perrita es un ejemplo para todas las personas, que demuestra que ser feliz es una decisión.
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