Niño se niega a dejar a un perro arrollado por un coche hasta que llegue la ayuda

En este artículo De Mascota Educativa hablaremos de un pequeño niño que movido por su amor a los animales y su gran bondad, ayudó hasta donde pudo a un perrito arrollado.

La bondad es un regalo del corazón. Creemos que todos nosotros podemos mejorar el mundo simplemente siendo un poco amables con los demás. Si no sabes dónde encontrar la bondad y la compasión, mira a tu alrededor y encontrarás muchas oportunidades para demostrarlas.

Un niño refugiado llamado Hüseyin el-Hasan en una Siria devastada por la guerra recuperó su fe en la humanidad tras ayudar a un perro callejero herido. Como sirios, él y su familia fueron testigos de actos horribles y sintieron lo que es estar en medio de la guerra. A lo largo de su vida, Hüseyin experimentó más de lo que cualquiera podría haber soportado. Afortunadamente, su familia encontró refugio en la ciudad turca de Kilis, donde viven como refugiados. A pesar de su propia vida difícil, es evidente que el sentido de la compasión del chico por los necesitados no ha disminuido.

Cuando Hüseyin vio a un cachorro atropellado por un coche cerca de su nuevo hogar, se apresuró inmediatamente a ayudar. Fue a casa, cogió una manta, cubrió al perro con ella con la esperanza de mantenerlo caliente y luego avisó a los adultos para que pidieran ayuda. No dudó en compartir su única manta con el animal, incluso cuando tenía problemas de calefacción en su propia casa. Mientras esperaba la llegada de los rescatadores, Hüseyin se mantuvo cariñosamente cerca del perro.

Poco después llegaron los cuidadores de animales para llevar al perro al veterinario local. Por desgracia, era demasiado tarde y el perro no resistió. Esto rompió el corazón del pequeño, pero gracias a él, el perrito pudo ver algo de bondad en sus últimas horas.

Y, por supuesto, su acto de bondad no fue olvidado. El teniente de alcalde y la alcaldesa Cuma Özdemir visitaron a Hüseyin en su casa para honrar al niño y a su familia. Özdemir dijo que, aunque el gesto del niño no parezca gran cosa para algunas personas, muestra un lado mejor de la humanidad.

Hüseyin recibió una manta nueva y varios regalos más y dijo que su comportamiento ese día representaba lo mejor de la humanidad y que todos necesitamos más de ella en nuestras vidas y en nuestras comunidades.

Uno podría creer que alguien como Hüseyin, cuya infancia estuvo rodeada de dificultades y actitudes despreciables, no sabría ser compasivo, pero este dulce muchacho nunca perdió su buena voluntad ni su capacidad de mostrar amor. El pueblo de Kilis y la familia Hussein están muy orgullosos de este pequeño héroe. Demuestra que todos deberíamos vivir según los valores que tienen nuestros hijos.

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