A finales de diciembre, Junrell Fuentes Revilla conducía su moto por las montañas cercanas a Cebú (Filipinas) cuando un perro empezó a perseguirle. El perro ladró y aulló, atrayendo la atención de Revilla. El motociclista sintió que el perro intentaba decirle algo, así que detuvo su moto y se acercó al cachorro.
El perro
llevó a Junrell a un vertedero y encontró un pequeño bulto que se movía en el
suelo. "Para sorpresa de Revilla, encontró al bebé envuelto en una toalla
marrón”, dijo Gea Ybarita, empleada de Hope for Trump, a The Dodo.
"La
zona donde se encontró al niño está aislada porque está en la cima de una
montaña". Revilla cargó con el recién nacido y lo llevó a la comisaría más
cercana, donde intervino el Departamento de Protección Social. Gracias a la rapidez
del perro, el bebé fue encontrado a tiempo y sigue en buen estado de salud.
Cuando la
historia del increíble héroe perruno se extendió a todos los pueblos cercanos,
los voluntarios corrieron a las montañas con la esperanza de encontrar al
valiente perro. En su lugar, se encontraron con un hombre que afirmaba que el
perro, llamado Blackie, era suyo. "Nos indicó el camino a su casa y, para
nuestra sorpresa, Blackie estaba allí con otros tres perros", dijo Ybarita.
"Nos aseguramos de que no estuviera vagando en absoluto".
Los
rescatadores se sintieron aliviados al comprobar que Blackie tenía un hogar
cariñoso, pero estaba claro que el perro y su familia seguían necesitando
ayuda. "'No importa lo dura que sea la vida, no importa lo pobre que sea,
alimentaré a todos los perros y los cuidaré', dijo Ybarita.
Desde entonces, Blackie y su familia han recibido un enorme apoyo de la comunidad, incluyendo donaciones de alimentos y suministros para mascotas. Blackie no lo sabe, pero ha cambiado su futuro, el de su familia y el de una niña muy feliz. Para más información sobre cómo ayudar a los perros callejeros de Filipinas, sigue a Hope For Stray en Facebook.
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