Un hombre de Alaska se despertó una mañana con una conmoción. Una familia de hermosos Linces estaba jugando en su balcón.
Tim
Newton vive en un terreno adyacente a una gran zona natural de Alaska, por lo
que no es raro que vea animales salvajes cruzando su patio trasero. Pero esa
mañana, no sólo pasó una familia de gatos salvajes, sino que decidieron tomar
prestado el porche para jugar. Los linces aprovecharon que Tim seguía dormido y
utilizaron el balcón como patio de recreo.
Todo
empezó cuando Tim aún dormía, pero pronto se despertó con un alboroto en el
balcón.
"Al
amanecer escuché un ruido, como si algo hubiera caído al suelo".
El hombre
encuentra una familia de linces jugando en su balcón.
"Basándome
en mi sueño, pensé: ¿Qué demonios es esto? así que me puse la bata y abrí
lentamente las cortinas para encontrarme con un lince sentado a medio metro,
viendo correr a sus hermanos".
Si los
delincuentes no fueran tan encantadores, esto podría verse como un duro
despertar. Así que Tim cogió su cámara.
Dijo:
"Corrieron por todo el lugar.
"Corrían
por todas partes, aferrándose unos a otros. Empecé a darme la vuelta y pensé: Tengo
que salir de aquí”.
Los linces
son notoriamente esquivos, y Tim sólo los había visto unas pocas veces en la
naturaleza. Por eso, la oportunidad de conseguir algunas increíbles fotos, sin
tener que salir de casa le resultaba especialmente emocionante.
"Eran
tan lindos, era increíble".
Tim dice
que había tres o cuatro gatos monteses jugando entre ellos, pero que luego
mejoró.
Unos
minutos después, un pequeño lince se escapó de la cubierta de Tim hacia su
jardín. Pensó que el tiempo de juego debería haber terminado, pero en realidad
no había hecho más que empezar.
Tim se
asomó por detrás de la mampara y oyó a su madre maullar en la hierba. Entonces
sus siete hijos volvieron uno a uno al porche con su madre.
"Estoy
muy contento. Nunca he visto tantos linces en mi vida. Me sorprendió ver todas
estas crías en mi balcón.
Escondidos
detrás de la puerta, aparentemente no entendieron que estaban allí para ser
fotografiados. Un día, estuvieron todos juntos el tiempo suficiente para que
Tim hiciera la foto de familia perfecta.
Pero
entonces los gatos volvieron a jugar.
"Empezaron
a jugar de nuevo. Durante los siguientes 40 minutos todos jugaron,
persiguieron, patinaron y se pelearon en mi balcón” dijo Tim mientras observaba
a la madre lince cuidando a sus traviesos hijos.
"He
llegado a la conclusión de que los linces deberían dedicar el 1% de su
vigilancia a cazar conejos y el 99% a sus hijos".
Cuando
terminó el tiempo de juego, la madre lince corrió despreocupadamente de vuelta
al bosque con sus gatitos. Tim dijo que la reunión parecía un milagro.
Luego
añadió:
"Siempre
es un placer conocer la vida silvestre. Me siento muy agradecido por el lugar
en el que vivo y por poder ver a estos animales de cerca.
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