En este artículo De Mascota Educativa conocerás a Burreaux, un
tierno y adorable cachorro labrador de color negro, que tenía la firme esperanza
de ser adoptado y para lograrlo le sonreía a todas las personas que pasaban por
su perrera.
Burreaux compartía su
lugar de descanso con otros dos perritos. Lo que ellos no sabían es que su vida
estaba a punto de cambiar para siempre.
Un día Courtney Wingate, directora del Humane Society of
Northwest Louisiana visitó este centro de
control de animales, y durante su recorrido vio a tres adorables cachorritos, y
sintió que no podía dejarlos ahí. Pero sin duda la sonrisa de Burreaux fue lo que
la cautivó.
Courtney Wingate pidió la ayuda de Sarah Walton una voluntaria
de la fundación. Sarah ayudó a los cachorros y decidió nombrarlos como tres jugadores
de fútbol americano de la Universidad Estatal de Luisiana.
Uno de los cachorros enfermó cuando regresaron del veterinario,
ya que fueron llevados para una revisión de rutina. El perrito enfermó tuvo que
regresar de nuevo a la clínica veterinaria, donde lo trataron con medicamentos y poco a
poco fue recuperándose.
Después de que todo volvió a la normalidad y los tres perritos
regresaron al refugio, Sarah empezó a notar que Burreaux sonreía mucho cuando una
persona le hablaba con caricias. De echo si alguien le decía bien chico, el mostraba
sus pequeños dientes para sonreír.
Hablando con The Dodo Sarah Walton, dijo: Siempre que le
hablas con mucha dulzura te da una hermosa sonrisa como si quisiera algo. Es
como si te dijera: ¡Ven, acaríciame, ven, ámame!
Al pasar los días los pequeños cachorritos ya estaban listos
para ser adoptados, y el refugio compartió videos donde mostraban los dones de cada
perrito. Definitivamente las redes sociales fueron la mejor manera para encontrar
alguien que los adoptará.
Uno de los cachorros era un jugador muy activo. Y finalmente
una persona de buen corazón lo adoptó.
El personal del refugio decidió compartir un vídeo en el que
aparece sonriendo Burreaux y que gracias a ello pudo ser rescatada junto a sus dos
compañeros.
En nuestra opinión, "Burreaux ama tanto su casa que siempre intenta embellecerla sonriendo".
En Mascota Educativa creemos firmemente que adoptar es darle
una segunda oportunidad un perrito, gatito o cualquier otro animal que ha
sufrido un proceso de abandono, y en ocasiones maltrato.
El darle un hogar por el resto de su vida, junto con los cuidados
necesarios y los cariños constantes, ayudará a que recupere su confianza y autoestima.
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